En infraestructuras para conducción de fluidos, las necesidades pueden cambiar con el tiempo. Donde hace décadas una línea de alcantarillado tenía sentido, hoy quizás exista la necesidad de un gaseoducto.

En estos escenarios, el material de la tubería existente rara vez es adecuado para el nuevo uso. Ya sea que el material no resista la presión requerida, no sea resistente al nuevo fluido o simplemente tenga fugas.

Primus Line® es una solución ideal para estos casos. Con nuestro sistema, casi todos los conductos o canales pueden convertirse en una línea de presión para agua, gas o petróleo.

La tubería está disponible en modelos que se adaptan al fluido a conducir. Con su refuerzo hecho de fibra de aramida, el sistema es capaz de soportar toda la presión de operación y, por lo tanto, es completamente independiente de la tubería huésped. La instalación se realiza a través de puntos de acceso existentes o pequeños pozos excavados.

Hasta las tuberías viejas y cerradas durante mucho tiempo se pueden reactivar de esa manera con Primus Line®, incluso para fluidos completamente distintos al original.

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