Desde principios de la década de 1990, el consumo de agua en la mayoría de las naciones industrializadas ha disminuido significativamente.

Las tuberías de agua a menudo son antiguas y se han diseñado para altas capacidades. El resultado: la velocidad del flujo en las tuberías está disminuyendo. Si baja demasiado, es posible que el agua se detenga demasiado tiempo y esto puede ir en contra de algunos estándares de calidad e higiene.

Una reducción de la sección transversal de la tubería puede remediar la situación. Si el volumen permanece igual, un diámetro reducido aumenta la velocidad del flujo y evita los sedimentos.

Primus Line® se adapta perfectamente a la reducción transversal. La línea es autoportante y no está adherida a la tubería principal. Por lo tanto, su diámetro se puede elegir independientemente de manera que la velocidad del flujo esté en un equilibrio ideal con la capacidad requerida de la línea. Un revestimiento de Primus Line con DN 200 se puede implementar fácilmente en una tubería existente DN 300.

Para la instalación, son suficientes dos puntos de acceso a la tubería de presión o pequeños pozos de construcción. De esta manera, el suministro se restablece muy rápidamente.

Efecto secundario positivo: la vida útil de la tubería de agua potable se prolonga al menos 50 años con Primus Line®.

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